Gödel, Quine y Frege eran matemáticos platonistas. Sostenían que los objetos matemáticos existían de alguna manera. Obviamente, no esperaban encontrarlos manifestados en el mundo de la manera que se muestra en el cómic, sino que esperaban que existieran como una suerte de «objetos abstractos».
David Hilbert es un matemático del siglo XX, y lo elegí como juez porque es conocido en parte por sus Problemas de Hilbert. Aquellos eran los problemas que, según pensaba, ejercían mayor presión sobre las matemáticas en esa época. Así pues, me lo imagino, en cierto modo, como una especie de juez o autoridad en matemáticas. Probablemente el más famoso es su segundo problema, que requería probar que los axiomas de la aritmética eran consistentes, y Gödel acabó por demostrar que no podía presentarse tal prueba.