El diálogo entre Hobbes y Rousseau remite al debate acerca del estado de naturaleza. Hobbes creía que el hombre, en su estado primitivo, llevaría una vida «desagradable, brutal y corta. Esto era así porque viviría en constante sensación de inseguridad respecto a sus semejantes. Rousseau no estaba de acuerdo, e imaginaba un Estado más pacífico donde los hombres primitivos, careciendo de los valores del hombre moderno, no lucharían entre ellos al no tener nada por lo que luchar.

Maquiavelo es famoso por su libro El príncipe, que analiza las técnicas utilizadas por los gobernantes para conservar y expandir su poder, a menudo empleando tácticas brutales y calculadoras. Existe controversia acerca de si el libro trataba o no de satirizar dichas tácticas; la mayoría de académicos se inclinan por el no.