Como dice el cómic, Bertrand Russell fue destituido por alentar la idea de las relaciones sexuales fuera del matrimonio. Los años siguientes lo pasó mal, llegando a temer que acabaría pasando hambre, pues carecía de habilidades para trabajar fuera del ámbito académico. Al final escribió Historia de la filosofía occidental, que se hizo popular entre los no académicos como introducción a la filosofía, y le granjeó buena parte de sus ingresos hasta que acabó encontrando una nueva plaza como profesor.
Mientras que el libro gozó de una amplia aceptación, y funcionó muy bien como introducción para el público a los problemas filosóficos de la época y como manual de historia de la filosofía, ha sido criticado por la descripción que brinda de algunos filósofos de tradiciones con las que no estaba familiarizado, como ocurre en el caso de Nietzsche o Hegel.