Tanto Carnap como Schlick fueron positivistas lógicos y miembros del Círculo de Viena. Creían que los únicos enunciados útiles y válidos son aquellos que pueden ser empíricamente verificados. Sostenían que los enunciados que no podían ser corroborados por los estímulos sensoriales «carecían de sentido».
Quine fue un filósofo analítico del siglo XX que criticó fuertemente el positivismo lógico. No hay gran cosa de su filosofía reflejada en este cómic.
Nelson Goodman fue un filósofo analítico americano, quizá más famoso por su ensayo El nuevo enigma de la inducción, que cuestiona nuestra capacidad de distinguir entre generalizaciones legaliformes y accidentales.
William James fue un psicólogo y filósofo americano, y uno de los primeros espadas en la escuela filosófica del pragmatismo. Pensaba que el conocimiento sólo adquiere relevancia en tanto es útil para su receptor. Así, la verdad de cualquier cosa es dependiente únicamente de su propio uso.
Camus era jodidamente sexy.