Un gran proyecto que tenían los filósofos analíticos del siglo XX, tales como Frege, Carnap y Russell, era o bien fundamentar el lenguaje en la lógica, o bien crear un lenguaje más preciso que no contuviera ambigüedades, y que sería empleado por la ciencia y la filosofía. Más tarde los filósofos continentales como Derrida vieron que esto era imposible (igual que muchos filósofos analíticos posteriormente). Derrida aseguraba que todos los signos (o palabras) adquieren significado al existir dentro de una red de signos. Por ejemplo, la palabra «matrimonio» adquiere su significado al contraponerse a «soltero», y en relación al resto de palabras como «viudo», «cónyuge», «divorcio», etc. Además, dicho término arrastra una historia, con diferentes connotaciones a lo largo del tiempo que juegan un papel en la forma en que las entendemos (como su rol histórico en la educación de los niños, o que el divorcio fuera un pecado). En cada momento de la historia, también adquiere su significado a partir del conjunto de palabras utilizadas en esa época, y todos los términos con los que está conectado (tales como «divorcio») también reciben su significado del conjunto de significados vigentes e históricos. Esto hace que el significado de cualquier palabra dada sea cambiante e infinitamente complejo. Así pues, es imposible pensar en un lenguaje riguroso y exacto.
Ah, se me olvidaba decir que los filósofos analíticos son considerados los pringados de la filosofía.