ABRIL 1978
Coloquio en el Ajo
Coloquio en el Ajo
AJOBLANCO
Hemos convocado una conversación informal sobre literatura. Han participado Nuria Amat: escritora / Ana-Díaz-Plaja: lingüista y maestra/ Carlo Fabretti: editor/ Federico Jiménez Losantos: crítico de El viejo topo y maestro / Isabel Martínez: feminista / Nuria Pompeia: dibujante / Pepe Ribas: escritor y coordinador de AJOBLANCO / Josep Solé Fortuny: abogado y escritor / Pucci Villurbina: crítica y escritora catalana y maestra.
Intentamos medir las pulsaciones de personas que no estando en la cultura oficial tienen algo que decir. ¿Por qué es tan pobre nuestra situación literaria, aunque el Instituto Nacional del Libro reseñe la aparición anual de cientos, miles de títulos españoles? No podemos contentarnos con la fácil excusa de que el fascismo ha coartado todos los proyectos ni podemos caer en la tontería de repetir que la novela ha muerto.
Nuestra conversación empezó planteando lo que se lee o no se lee, lo que la gente joven, los chicos de instituto, por ejemplo, prefieren. Y aprovechamos la presencia en el coloquio de algunos maestros.
PUCCI VILLURBINA: Partimos de la base de que estos chicos desconocen a William Burroughs, a Corso, a Kerouac. Desconocen lo que es generación beat, desconocen lo que es Proust. Tienen animadversión a según qué tipo de información que no venga dada por unos canales. Por ejemplo, portadas de libros. Yo les he pasado textos traducidos de distintos autores y lo que no tengo aún son los resultados escritos que quería traeros, pero he hecho la experiencia de mezclar Burroughs con frases de periódicos sacadas al azar de diversos sitios y ellos se quedan siempre con la narración más lineal, es decir, con el tipo de narrativa del s. XIX. Pero tienen el deseo de romper.
NURIA AMAT: ¿Por qué? ¿Cómo sabes tú que existe el deseo?
PUCCI VILLURBINA: Porque yo les decía: ¿qué es lo que más os molesta del sistema lingüístico vigente? Y ellos decían que la oración subordinada, que lo que más les gustaba era el punto suspensivo, los signos de puntuación, o sea, la coma, el punto y coma, las frases coordinadas. Volvían un poco al sistema inglés. He constatado cierto colonialismo, pero, en este sentido, positivo.
NURIA POMPEIA: ¿Por qué esta gente compra, por ejemplo, Sender o Juan Salvador Gaviota? Esto es lo que a mí me parece básico.
PUCCI VILLURBINA: Para pasárselo bien. Y esto es muy sano.
JOSEP SOLÉ: Pero, ¿quién les ha dicho que Juan Salvador… o Réquiem por un campesino español son libros para pasárselo bien?
JIMÉNEZ LOSANTOS: Hay dos canales. Uno, el del profesor y amigo mayor. Y otro, el suyo autónomo. Y éste es el que decide por Juan Salvador Gaviota, por Nacida inocente… Les llega por el mercado. Pero también se lo dicen entre ellos. Incluso Martín Vigil y otros, son escogidos directamente por ellos. Y luego el profesor les da Los cachorros, y cuentos de Cortázar, novelas de Goytisolo, y cosas así. Traducciones de Kafka, etc.
NURIA AMAT: Ellos leen Los cachorros y se lo pasan igual de bien que leyendo a Martín Vigil.
JIMÉNEZ LOSANTOS: Yo creo que se lo pasan igual de mal. La literatura no ocupa, en absoluto, el lugar que ocupaba hace diez años. Es la generación de la televisión.
PEPE RIBAS: Es una generación con un lenguaje cinematográfico.
JIMÉNEZ LOSANTOS: Con ausencia de lenguaje. Por ejemplo, no ya el no saber ortografía, que no saben. Y luego que la propia ubicación del lenguaje respecto a otro tipo de medios, normalmente la televisión, ha trastocado totalmente la cosa.
NURIA AMAT: Estáis diciendo, en realidad, que, primero, somos unos tontos en general, y que, segundo, la literatura se acaba.
JIMÉNEZ LOSANTOS: No, no; que se acaba, no. Que ocupa otro lugar. Nosotros cuando queríamos leer algo estaban los tebeos y el cine. Pero ahora sobre todo está la TV.
PEPE RIBAS: Yo creo que hay otro problema y es que la gente que estaba metida en rollos literarios no ha tenido ninguna comprensión hacia esta gente. Entonces no se ha dado ningún tipo de cultura para que esta gente pudiera empezar a leer otras novelas. Por ejemplo, las revistas literarias son totalmente inasequibles para un público desatendido. Son unos muermos porque están hablando a un nivel que no pueden alcanzar nunca. Entonces lo que nosotros nos proponemos con la revista literaria del Ajo es precisamente intentar, con un criterio amplio por un lado, empezar a hablar de Lowry, o de Dylan Thomas y de todos estos escritores explicando un poco la narración para que la gente lea estos libros, se enfrente a estas lecturas. Hacer toda una programación de libros que nosotros creamos que son interesantes.
PUCCI VILLURBINA: Tendría una objeción a hacer y es que todo el mundo tiene unas posibilidades infinitas. De la misma manera que tiene estas posibilidades se le puede castrar. Nosotros hemos estudiado con un sistema en que no se intervenían nuestras posibilidades, es decir, la enseñanza de la literatura era tan alejada de nosotros que no afectaba para nada lo que nosotros entendíamos, o creíamos o deseábamos leer. Con la educación moderna me doy cuenta de que a veces lo que estoy haciendo es quitarles la capacidad simbólica. Pienso que hay un tipo de explicación de la literatura que no se debe hacer, porque la literatura tiene un carácter mágico. Hay cosas que no se pueden explicar. Creo que cuando esa gente dice que pasa de según qué cosas, está pasando de unas lecturas programadas, de un mensaje que ya está supuesto y explicado en un libro. Nosotros sabíamos si un autor había sido feliz o infeliz, si se había casado 3 veces y había escrito, a saber, tantas obras; y mejor si te las sabías todas. Pero no te tocaban para nada el resto.
NURIA POMPEIA: En esto no estoy de acuerdo en absoluto. Te decían que tal autor estaba en el infierno. Al menos en mi generación. Te daban una visión mucho peor porque atacaban tus propias creencias y principios. Lo que tú dices de vuestra generación, no lo creo. Os han castrado igual que me han castrado a mí e igual como castran ahora. Mira, todo tipo de educación es una castración. ¿Esto lo admitimos o no lo admitimos? No veo diferencia entre los chavales de hoy y los de mi época, te hablo de la posguerra. Ninguna, ni siquiera la TV.
PUCCI VILLURBINA: Te doy la razón. No creo que la influencia de los mass media sea tan importante…
NURIA POMPEIA: Sí es muy importante, pero no te llega a castrar ni a…
JIMÉNEZ LOSANTOS: ¡Ah, no, no! Yo no creo que ahora sean más tontos por la televisión. Al contrario, para algunas cosas son más espabilados. Pero a nivel literario…
NURIA POMPEIA: No tienen interés en leer porque ya reciben un tipo de información.
JIMÉNEZ LOSANTOS: Lo que a mí me parece absurdo es darles literatura buena. Me parece absurdo porque lo mismo es darles Cervantes que Burroughs. No entienden ninguna de las dos cosas. No creo que puedan entender ni a Burroughs ni a Joyce en un sentido profundo. En un sentido limitado pueden entender al Lazarillo.
NURIA AMAT: No se trata de entender, sino de sentirse motivados.
JIMÉNEZ LOSANTOS: Lo que yo no planteo es dar gato por liebre. Para mí la literatura tiene un interés. Si yo me dedico a escribir y a hacer literatura, no voy a hacer un apostolado de ello, por supuesto. Creo que el cielo no se reparte porque no hay; con la literatura pasa lo mismo. Lo que me jode es darle literatura a un chico de 15 años por la sencilla razón de que no está en disposición real de entender una serie de cosas que a mí me interesan.
NURIA AMAT: Hablemos de los de 25 años, también.
JIMÉNEZ LOSANTOS: Lo pueden entender más: Pero es un problema general. La política que se lleva respecto a los textos literarios es decir: la literatura del s. XX es Burroughs. No sé por qué. Para mí tan siglo XX es él como Góngora, Proust o cualquier otro. El siglo XX no es nada. Literariamente esto es una cuestión absurda. A mí lo que me parece mal, a ese nivel, es que la política contraria a la estupidez de darles Cervantes porque no lo entienden, es darles Burroughs. No veo por qué, si acaso sólo por una cuestión ideológica. Para mí En el camino, por ejemplo, es mucho más estúpido y torpe que El Quijote. Ahora, sé seguro que En el camino a los 17 años les va a encantar. Hay una facilidad barata en la literatura moderna americana que a mí me molesta.
NURIA AMAT: Pero es la que se lee.
PEPE RIBAS: Yo creo que lo que leen es Hermann Hesse.
JIMÉNEZ LOSANTOS: Bueno, Hesse es el más leído de todos, pero después, desde luego, Kerouac es de las cosas que leen. Y de las que van a leer, si no ahora dentro de 3 años. Por la sencilla razón de que la mayoría de profesores de literatura que conozco creen que esto es lo que tienen que leer. Y Vargas lo ha leído casi todo el mundo, y Cortázar. El 90% de los chicos de 14 años del instituto se han leído Los cachorros.
PUCCI VILLURBINA: Y no han leído a Guillén.
JIMÉNEZ LOSANTOS: Claro que no. Y no saben quién es Robinson Crusoe. Y es que se puede llegar perfectamente a Los cachorros sin haber leído esto, pero a otra edad.
ANA DÍAZ-PLAJA: De todas maneras, yo rompo una lanza sobre lo que ha dicho ella antes. No es que haya una literatura del s. XX, pero sí que hay entre los chavales de 14 a 20 años un talante especial cuando se ponen a leer. Para ellos literatura es una serie de cosas muy serias. Hay un discurso que ellos no entienden que pueda ser literario. De la misma manera que los chavales de la escuela donde yo trabajo no pueden hacer los problemas de matemáticas porque no entienden el enunciado. Porque esto para ellos entra dentro de lo que es literatura. No es que no sepan hacer matemáticas, sino que no entienden: «Juan compra 7 peras y reparte 5». Porque cuando se ponen a leer, para ellos leer es otra cosa.
NURIA POMPEIA: Yo creo que esto ha sido en general siempre. No es sólo de ahora.
NURIA AMAT: Por ejemplo, en Sudamérica los chicos de 13 y 14 años se leen a García Márquez y no ven, como nosotros, una cosa mágica y extraña, sino que se lo leen como una cosa normal. En cambio no pueden aguantar a Pérez Galdós, por ejemplo.
JIMÉNEZ LOSANTOS: El establecer criterios de valor desde nuestro punto de vista me parece un tanto absurdo. Veo absurdo plantear una política literaria a nivel de enseñanza.
NURIA AMAT: No hay que plantearla. El fallo es que se ha planteado. A ellos les han dicho se ha de escribir de esta manera y, entonces, vamos a leer de esta manera.
JIMÉNEZ LOSANTOS: Esto es un problema insoluble. Porque también les tienes que dar libros porque les gusta leer, y aventuras. Y si no, ¿cuándo van a empezar a leer, ¿a los 15, a los 16? ¿Cuándo es la edad de empezar a leer? Cada persona tiene su rollo. Yo lo que veo difícil es plantear a priori una serie de criterios como el de qué es la modernidad, o qué es lo conveniente. Porque estamos a un nivel educativo, ¿no? Evidentemente, siempre se hace porque cada uno tiene su propia ideología y su modo de ver la literatura.
NURIA AMAT: Entonces, ¿por qué crees que la bombilla literaria, que a nivel de Real Academia no es literatura, se ha leído tanto?
NURIA POMPEIA: Por lo que hemos dicho antes, que te identificas con los que más o menos escriben como tú estás escribiendo.
NURIA AMAT: Me parece que lo importante es lo que cada uno lee por su cuenta, no lo que te dicen que leas. Si lo que a ti te enseñaron como literatura no te interesaba, lo que me enseñaron a mí tampoco y lo que enseñan ahora tampoco les interesa; lo cierto es que tú leías unas cosas, yo leía otras y ahora leen otras.
ANA DÍAZ-PLAJA: Se repite el mismo proceso. El alumno de «estrangis» lee otras cosas que las que el profesor le está dando en clase.
JIMÉNEZ LOSANTOS: Es que una cosa es la enseñanza de la literatura y otra cosa es la literatura. La enseñanza de la literatura es como una parte de la enseñanza del lenguaje. Es una parte del aprendizaje que va desde aprender a escribir frases elementales hasta… Luego, aparte, está la literatura. Me parecen dos ámbitos distintos. Y yo creo que hay un mercado evidente, el de los chicos de 15 años que están ahora con estos lastres literarios e incluso les gusta hacer versitos. Esos versitos en un 90% son una mierda espantosa. Pero a ellos les encanta.
NURIA AMAT: ¿La Literatura con mayúscula sólo es para personas a las que les interese escribir o que está muy metida?
JIMÉNEZ LOSANTOS: Es que yo creo que la literatura es con mayúscula, o si no no es literatura, es otra cosa. Es parte de la enseñanza del lenguaje.
JOSEP SOLÉ: ¿Entonces la mayúscula de la literatura la adjudicas tú? ¿O quién adjudica esta L mayúscula?
JIMÉNEZ LOSANTOS: Esto te lo autoadjudicas. Lo que particularmente no hago, es discutir niveles literarios. No para los alumnos. Con los alumnos, como todo el mundo, me defiendo como puedo.
PUCCI VILLURBINA: Lo que yo decía antes es que a nosotros, en el colegio, nos hablaban de una cosa que no nos interesaba, pero que leíamos otra cosa a gusto. Yo querría plantearme, ¿qué es lo que leíamos a gusto?, y ver si podemos encontrar unas constantes. Si consiguiéramos encontrar estas constantes de lo que nos interesaba, tal vez podríamos encontrar qué es lo que ahora buscan y les interesa.
NURIA AMAT: Lo que ahora lee a gusto una persona de 20 a 30 años, que no esté estudiando, podría ser el libro aquel de Marsé, porque es el libro que se ha vendido más.
PUCCI VILLURBINA: Yo creo que en este momento la política editorial se está llevando de tal manera que es imposible saber si una persona se compra un libro porque le gusta al escritor y realmente después le gusta el libro. Tampoco me fío de los datos de las editoriales, porque es un rollo malayo.
NURIA POMPEIA: Pero hay otra cosa, y es que si todo el mundo se compra el libro y no le gusta hace correr la voz y deja de comprarse o viceversa.
FEDERICA JIMENEZ: La mayoría de la gente compra dos libros al año. Y esto es serio. No es lo mismo la gente que se interesa por la literatura que compra, a lo mejor, 50 libros al año, que la gente que compra 2 o 3 uno para el verano, otro para las vacaciones y otro para otra cosa, que es lo normal.
JOSEP SOLÉ: A mí me parece que hay una cosa histórica, y es que la gran literatura no se ha encontrado fácilmente hasta hace 2 o 3 años. Nosotros, que tenemos más cultura, la hemos encontrado porque la podíamos leer en francés, en inglés, en italiano…, pero no la hemos encontrado regularmente. Entonces entra un problema que es fundamental, que coincide con la liberalización de la censura y que permite que los libros entren. Pero queda un vacío que se ha llenado con traducciones sudamericanas espantosas. La gente que dice haber leído el Ulises no es verdad, porque la traducción es horrible. Hay un vacío cultural mal rellenado. De repente puede no haber vacíos y se empieza a publicar libros, no regularmente, pero sí más libros que antes. Nos encontramos con varios fenómenos al mismo tiempo: por un lado el Miedo a volar se vende muy bien, a lo mejor por las notas de sexo, pero da lo mismo; al mismo tiempo, porque hacen propaganda por televisión, también se vende Alguien voló sobre el nido del cuco, que es una novela espléndida. Para dar un ejemplo concreto, el otro día fuimos a 10 o 12 librerías buscando Pálido fuego, de Vladimir Nabokov, publicado por 125 pesetas. Un libro espléndido, literatura con mayúscula, y se vende en el kiosko, en la estación, en cualquier parte. Pues no lo encontramos, se ha agotado. Aquí entramos en otro punto: ¿nos convertimos en árbitros de la literatura?, ¿de lo que la gente ha de leer o no ha de leer, porque nosotros hemos podido leer, porque tenemos más cultura, porque pertenecemos a una clase privilegiada?, ¿nos convertimos en la clase que ahora va a decir, a la gente que empieza a leer, tenéis que leer esto y aquello? Hay que encontrar una solución intermedia.
CARLO FABRETTI: Yo quería hablar de un punto que es el cómo manipular las lecturas de la gente. En esto no estoy de acuerdo, por supuesto, pero sí creo que la gente que de alguna forma participa en la industria de la cultura se enfrenta con una responsabilidad a nivel cotidiano que es la siguiente: que sin querer determinar lo que la gente ha de leer, se encuentran con un bloque cultural que tiende a perpetuar las estructuras vigentes; y con otro que, de alguna forma, se opone a ellas, que tiende a modificar la situación que estamos viviendo. Y en esto me parece que la opción es bastante clara, ¿no? Esto no es entrar en un planteamiento ideológico estricto, ni en un planteamiento de partido, ni proselitismo, ni nada. Pero si hay una línea cultural, por llamarle de alguna forma, que intenta hacer creer a la gente que las cosas están bien tal como están, etc, en fin, me parece que si hay que promocionar algún tipo de lectura, es precisamente la contraria a ésta. Esto es, al menos, lo que intento hacer yo en mi modesto nivel.
ANA DÍAZ-PLAJA: Hay un tema que creo que sería de mucho interés que se tratara, volviendo un poco a los textos que tenemos aquí. Pasa un poco una cosa, y es que todos son iguales. Son poemas completamente emotivos. La pregunta lanzada al vacío es, ¿qué han leído estos chavales que han hecho estos textos tan absolutamente emotivos, vómitos de sus angustias vitales y de sus anhelos políticos completamente inconcretos?
JIMÉNEZ LOSANTOS: A los 16 años uno escribe exactamente lo que lee. Y cuando lo manda a una revista lo hace con el estilo que cree que tiene la revista.
PUCCI VILLURBINA: Todo el mundo tiene una idea de literatura y todo el mundo lee unas cosas y todo el mundo escribe para alguien. Del mismo modo que todo el mundo tiene un modelo, todo el mundo tiene un público. Es absurdo pensar que en el momento de escribir la gente piense en un tipo de público. Porque sería pensar que es tonto. Pero tampoco hay que poner esto como absoluto.
PEPE RIBAS: Yo creo que lo que escriben va más por letras de discos y por otro tipo de cosas que no por lo que leen.
JIMÉNEZ LOSANTOS: Por ejemplo, el otro día leí el premio del concurso «Vibraciones». Esto de los poemas es muy interesante, sobre todo a nivel de revistas musicales que es por donde va la gente. El premio podía haber sido un artículo cualquiera de vibraciones porque los tíos captan la onda. Pero hay una serie de temas que son los de los discos. Éste es el mundo normal en que se mueven. No hay más que ver cómo hablan y los modelos que cogen, cuáles son sus artistas favoritos…
NURIA AMAT: Para variar un poco el tema, ISABEL MARTÍNEZ, ¿tienes algo que decir?
ISABEL MARTÍNEZ: Yo hablo por La Sal. Vamos a montar una editorial feminista, o de mujeres más que feminista, porque pensamos que se ha escrito muy poco por mujeres y para mujeres. Pensamos que además de escribirse muy poco ha habido muy pocos canales de promoción y estos canales nos los tenemos que crear nosotras. Discutiendo entre nosotras hemos visto que la cuestión esta del sexo es como muy importante. Cualquier cosa que tú hagas, cualquier energía proviene de alguna manera de una energía sexual. Para las mujeres esto ha estado muy castrado.
NURIA AMAT: Por las cartas que hemos recibido de textos, las escritas por mujeres casi siempre tocan el problema sexual o el problema erótico o como le quieras llamar.
JOSEP SOLÉ: El problema es que el hombre ha monopolizado el erotismo y la pornografía.
ISABEL MARTÍNEZ: Casi todo.
NURIA AMAT: ¿Tú crees que hay un público de lectura distinto entre hombres y mujeres?
ISABEL MARTÍNEZ: Lo que creo es que las mujeres han leído mucha novela rosa. Se han tragado mucha literatura hecha para ellas, pero por mujeres con corbata o por hombres. Es literatura con un lenguaje donde ellas se veían reflejadas como estaban y además como muy sublimado.
JOSEP SOLÉ: A mí no me parece necesariamente que se pueda escribir para los hombres o para las mujeres. De acuerdo que el hombre ha monopolizado la pornografía y el erotismo barato. Yo no creo que la literatura con mayúscula se escriba para hombres o mujeres, o para minusválidos, o…
NURIA POMPEIA: ¡Hombre… pero en plan novela rosa es evidente que es una manipulación clarísima!
PUCCI VILLURBINA: Yo estoy totalmente de acuerdo en que hay una literatura masculina y que tiene que haber una literatura femenina para contrarrestar. Pero por encima de esto, la literatura es de criaturas humanas. Yo veo muy claro que ha habido una literatura de opresión por unos canales muy claros para la mujer. Pienso que hace falta una literatura femenina.
ISABEL MARTÍNEZ: Yo no creo que haya literatura para criaturas humanas. El término criaturas humanas me parece una abstracción. No me interesa creer en este término. Lo que hasta ahora se ha hecho para las criaturas humanas ha sido en realidad para los hombres, porque ha sido hecha por ellos y ha reflejado lo que ellos piensan. Y pienso que la nuestra se ha de hacer y se hará. En la medida en que hay pocas literatas y pocas mujeres que lean lo que las mujeres escriben, nosotras no hemos hecho literatura, ni la literatura refleja lo que nosotras somos o podemos ser. O sea que esta cultura en mayúscula ha sido hecha por la criatura humana hombre. Como mujer me siento más identificada con lo que han escrito las mujeres pensando en las mujeres y creo que nuestro lenguaje y nuestra cultura la hemos de ir haciendo nosotras.
JIMÉNEZ LOSANTOS: Estoy totalmente de acuerdo con esto. Creo que la gracia del feminismo es que acentúa las diferencias entre los sexos. Y a mí eso me parece esencial. Y estoy de acuerdo en que no hay una literatura para, sino que hay una literatura por. Esto es el fondo de las discusiones. Evidentemente es masculina por los hombres que han escrito literatura. Yo no creo que sea para hombres o para mujeres. Sino por hombre o por mujer. A este nivel, hay una literatura escrita por mujeres que trata una serie de temas. Lo fundamental es el trabajo de escribir y se refleja la relación con el lenguaje y con el sexo. No se puede establecer demasiado apostolado.
NURIA POMPEIA: Estoy de acuerdo, pero las mujeres no tenemos que olvidar una cosa, y es que nosotras ya somos esta cultura masculina. Querer luchar contra esta cultura masculina es querer luchar contra nosotras mismas. Me parecen muy válidas estas primeras mujeres que escriben como mujeres, sobre todo las italianas. Éste no es el caso, por ejemplo, de Mercó Rodoreda, porque ella escribe y se nota que es una mujer pero no ha hecho un esfuerzo por hablar de una serie de cosas que no se habían hablado hasta ahora. Estas mujeres han soltado una serie de vivencias a nivel emocional, corporal…, cosas que tienen que salir y que pasarán. Y no hablo sólo de sexualidad genital, sino de sexualidad general. Hasta los 70 no se ha contado nada de esto. La primera que lo empezó a tratar, pero a mucha distancia, fue Simone de Beauvoir. No sé por qué las feministas la tienen un poco olvidada.
JIMÉNEZ LOSANTOS: Hay una escritora clásica que quizá sería interesante que la estudiaran mujeres y se hiciera una buena edición de sus obras, hablo de María de Zayas, del XVII. Es un elemento fuera de lo común. A partir de una condición estrictamente condicionada por lo sexual, el modo en que la mujer te plantea todas las relaciones con el cuerpo demuestra un nivel de sensibilidad distinto.
NURIA AMAT: Ahora podríamos hablar de los escritores y escritores españoles. Si se leen actualmente, si hay un interés por ellos, en general.
ANA DÍAZ-PLAJA: A mí me gustaría preguntarle a Carlo, editor, con qué criterio escogen los libros de las nuevas colecciones, en quién piensan.
CARLO FABRETTI: No en un público homogéneo. Hemos escogido varias líneas que nos parecían interesantes. Para un público muy amplio, sin consideraciones de edad. Porque tampoco tenemos datos. Sabemos cuánta gente compra el libro pero no la edad. Podemos hacer cábalas. Influyen muchos factores a la hora de escoger un libro, entre ellos los derechos que piden. Hay que tener en cuenta que en España, ahora, hay un público con mucha conciencia de haber pasado por una etapa de hambre cultural muy intensa que ha dejado una serie de lagunas que se intentan recuperar. Por ejemplo, el auge de los escritores españoles se debe a que durante mucho tiempo han estado prohibidos. Esto es clarísimo. Hay un fenómeno de recuperación cultural de un pasado inmediato que nos ha sido escamoteado y esto ha creado una cierta orientación del público hacia ciertos autores que deberían estar superados, pero que en su día no se consumieron. Tenemos una serie de líneas medianamente claras y otras de tanteo.
NURIA AMAT: ¿Qué criterios habéis tenido para publicar, por ejemplo, a Goytisolo?
CARLO FABRETTI: Un criterio claro ha sido porque son autores que no se han podido leer en su momento. Lo que no puede hacer una editorial es de 10 libros sacar 10 noveles. Se puede sacar un novel. Pero tiene que jugar unas cuantas bazas, por lo menos, seguras. A veces te llevas sorpresas extrañísimas porque un libro que creías que no lo iba a leer ni dios se convierte en best seller. Es un mundo nada matemático. Hay una serie de directrices, de líneas vagas que más o menos vas rellenando como puedes o como se te ocurre. Además está la publicidad.
NURIA POMPEIA: Pero por mucha publicidad que haya, si después no te diviertes por lo menos…
CARLO FABRETTI: Evidentemente no se puede hacer publicidad sin ningún soporte.
NURIA AMAT: ¿Y crees que hay en España una reacción contra el autor español joven, o no?
NURIA POMPEIA: ¿Contra quién, dime nombres por ejemplo?
NURIA AMAT: Contra Benet.
NURIA POMPEIA: ¡Mujer! Éste es más viejo que yo.
NURIA AMAT: ¿Qué autores decís que la gente les tiene manía por ser españoles y jóvenes?
PEPE RIBAS: Por ejemplo, todos los novísimos.
NURIA POMPEIA: ¿Y a ti te gustan?
PEPE RIBAS: Me horrorizan.
NURIA POMPEIA: Pues, entonces, ya está claro. Yo no creo en esta discriminación.
NURIA POMPEIA: Que un editor discrimine a autores jóvenes, lo entiendo. Por ejemplo, que no se hayan atrevido a publicar cosas que estén muy bien. Ahora, que esto acarree el que haya maravillas que no han tenido ningún éxito, no.
JOSEP SOLÉ: ¿Qué quiere decir el término novísimos? El término novísimo es una etiqueta que se aplica por razones publicitarias y técnicas a un grupo de gente más o menos homogénea en un momento determinado. Analicemos en concreto el famoso boum de la nueva novela Barral. ¿Qué hay detrás del boum?: una novela interesante, un par más que puedes leer, dos o tres que no puedes tragar, y de golpe… Hortelanos, Benet y gente que está trabajando desde hace años y que no son nuevos de nada. En definitiva, un boum publicitario que no funcionó. Los 9 novísimos del señor Castellet. Nueve amigos que coge un día, les pone la etiqueta novísimos y publica un libro que se vende bien. El señor Benet: esto es la gran novela. Yo he oído decir a gente muy Inteligente, críticos de estos de oficio, de estos que les pagan por escribir en revistas y que tampoco hay que decir nombres: «Sí, sí, sí, sí, es el novelista más interesante que hay en España pero no he conseguido pasar de la página 15». Y así, como esto… No, no hay una nueva novela. Por qué no hay etiquetas, no lo sé. Desde luego, siempre hay gente escribiendo.
NURIA AMAT: ¿No hay novelas?
JOSEP SOLÉ: ¿Cómo que no hay novelas? Estoy seguro de que hay novelas, de que hoy se han terminado cien novelas. De que pasado mañana por la mañana se terminarán cien más. Hay literatura, lo que pasa es que no tiene una salida comercial. El señor Benet lo sacará todo en este momento porque se llama Benet. Hay literatura, no ha habido jamás en la vida crisis en la literatura y siempre un enorme renacimiento de la literatura.
PEPE RIBAS: Entonces no se entiende que todos los editores del tipo Alfaguara, Barral… están llamando a autores que ellos conocen para preguntarles si tienen algo para publicar.
ANA DÍAZ-PLAJA: Perdona, hablo de la excepción que confirmaba la regla. Hablo de que Alfaguara está pidiendo novelas por teléfono, cosa que nunca había ocurrido.
PEPE RIBAS: Los editores dicen, por un lado, que no hay novelas. Todo el mundo está convencido de que hay novelas, entonces por qué pasa esto. Y por qué cuando un editor se arriesga a publicar una novela joven, vende 50 ejemplares…
NURIA AMAT: ¿Quién cree que hay novela y quién cree que no hay novela?
JIMÉNEZ LOSANTOS: Yo no creo, las he visto.
NURIA POMPEIA: Y están bien.
JIMÉNEZ LOSANTOS: Es que depende, no me cabe duda de que, por ejemplo, Juan Goytisolo es un éxito.
PEPE RIBAS: Pero yo no hablaría de Goytisolo y de todos estos que no son del 70.
JIMÉNEZ LOSANTOS: No, no, yo digo de los de ahora, que tengo 26 años, y como yo hay mucha gente.
JOSEP SOLÉ: ¿Tienes una novela?
JIMÉNEZ LOSANTOS: Yo tengo cosas. No escribo novela porque no me gusta, pero si la escribiera la podría publicar.
PEPE RIBAS: Yo creo que hay un misterio y creo que es uno de los problemas clave: es saber si realmente estas novelas, que unos dicen que existen y otros dicen que no existen, existen o no. Y luego el por qué todas las novelas que se publican de gente que en estos momentos tiene 26, 27, 28 años o 30, no las lee nadie.
NURIA AMAT: Es que no se publican.
JIMÉNEZ LOSANTOS: En España no hay crítica literaria y la principal cuestión de que no haya crítica literaria está en las revistas. Ningún libro puede venderse si la crítica no lee el libro. La crítica en España no lee más que los libros recomendados, por otra parte, por ella misma. Resulta que estamos en una generación en que un señor joven de 25 o 30 años llega a hacer la crítica literaria de una revista que tenga bastante tirada y ¿qué libros critica?, los que ya sabe y le suenan. Por esto digo que es el primer libro el que hay que sacar, aunque sea una mierda. Porque si sacas el primero, sacarás el segundo, y te lo criticarán, y el tercero y el cuarto. El problema es que es la misma gente que hacen de lectores de editoriales. La incultura literaria está llegando a unos extremos verdaderamente de risa, y nadie quiere tomarse el riesgo ni de leer. Y yo creo que tampoco mucho de escribir. Porque estas cosas siempre van unidas.
PEPE RIBAS: Entonces tú lo que crees es que hay toda una serie de posibles creadores de textos literarios que no hacen el esfuerzo de llegarlos a acabar porque no tienen un incentivo, porque saben que no van a encontrar una editorial porque no hay una crítica y todo eso.
JIMÉNEZ LOSANTOS: Yo creo que esto es bueno, porque creo que el escritor, si es bueno, se lo tiene que ganar. Porque la escritura es una cosa que se lo gana uno con la vida y ahí no hay más cuento.
PEPE RIBAS: Pero gente que en estos momentos está leyendo novelas, que se venden, porque hay muchas que las persigues y no las encuentras porque están agotadas, no lo hace a través de la crítica, sino a través de otros canales. ¿Quién lee crítica literaria en este país?
JIMÉNEZ LOSANTOS: No, es que la crítica literaria no existe. Es la reseña de los periódicos, estrictamente.
PEPE RIBAS: ¿Y quién lee las reseñas de los periódicos?
JIMÉNEZ LOSANTOS: Todo el mundo. Estoy seguro que todo el que lee el Fotogramas lee lo que dice Jiménez Frontín, y el que lee El País o el Tele/eXpres…
PUCCI VILLURBINA: Bueno, mira, estamos llegando a un nivel que me está hartando. Estáis hablando de una serie de esfuerzos en lengua castellana y yo tengo muy claro que en lengua y literatura catalana llevamos muchos años de adelanto. Y la opresión que sufrimos es muy fuerte. Esto lo tengo clarísimo y constatado porque yo he parido una colección, el 1068. Y sé qué es la literatura de vanguardia. Ahora, lo que te digo es que en Catalunya sí hay crítica literaria, y funciona. Tenemos a Carme Riera que escribe una narrativa que la gente lee. Y Biel Mesquida y Quim Monzó publicarán unos libros, que he leído y valen la pena. Y hay una nueva narrativa catalana. Que los castellanos estáis perdidos lo reconozco por muchas cosas.
NURIA POMPEIA: ¡Los catalanes están igual de perdidos!
PUCCI VILLURBINA: Disiento totalmente.
NURIA AMAT: Yo creo que hoy en día es más fácil publicar para un escritor catalán que no para uno castellano.
JIMÉNEZ LOSANTOS: Sin duda.
NURIA AMAT: Yo me he encontrado que me han dicho que si mi novela Cuerpo fuese en catalán se publicaría mañana mismo.
NURIA POMPEIA: Pero a nivel de literatura está igual que el resto del país.
PUCCI VILLURBINA: Yo pienso que la revista Els Marges es una revista literaria que funciona, que está al día en todo, que publica cosas muy bonitas. Y sé que hay un esfuerzo.
JOSEP SOLÉ: Esto parece un anuncio publicitario de la televisión.
PUCCI VILLURBINA: Perdona, pero una de las trampas peores en las que podemos caer es en la miopía. Aquí, porque tenemos la frontera más cerca, o por lo que sea, se han leído una serie de libros y se ha estado al corriente de una serie de cosas mucho más importantes. La gente ha tomado la alternativa de publicarlas en su lengua, y ha tomado la alternativa de buscar un lenguaje para publicarlas en su lengua.
NURIA AMAT: Pero esto no quiere decir que haya un renacimiento de la literatura catalana.
PUCCI VILLURBINA: ¿Que no hay un renacimiento?
NURIA POMPEIA: No caigas tampoco en el triunfalismo. No nos engañemos.
Y así seguimos un poco más…
Este artículo se publicó originalmente en el Nº ESPECIAL Linterna Literaria (abril de 1978) de Ajoblanco y ha sido cedido para su lectura online en STIRNER por Pepe Ribas, fundador de la revista. La presente versión revisada, del 8 de septiembre de 2023, corre a cargo de Adriano Fortarezza.
Este artículo se publicó originalmente en el Nº ESPECIAL Linterna Literaria (abril de 1978) de Ajoblanco y ha sido cedido para su lectura online en STIRNER por Pepe Ribas, fundador de la revista. La presente versión revisada, del 8 de septiembre de 2023, corre a cargo de Adriano Fortarezza.